DOCENTE SIGLO XXI

lunes, 1 de septiembre de 2008

EL DOCENTE DEL SIGLO 21


El propósito de este blogguer es servir de punto de apoyo para la discusión y administración de material de la investigación El Nuevo Docente del Siglo XXI. Esta empresa ambiciosa ideada por el presbítero rector, Orlando Gómez, busca presentar el nuevo rol a desempeñar por el docente del siglo XXI.

En esta empresa se encuentran comprometidas las siguientes personas.

1. La Dra. Maria Eugenia Escobar de Sierra. Asesora permanente del proyecto. mariaeugenia.escobar@gmail.com
2. La Directora académica FUCN: Dra. Ángela María Henao. AngelaMaria.Henao@gmail.com
3. La asesora Pedagógica FUCN: Dra. Ángela Cárdenas. amcardenasg@ucn.edu.co
4. Nelson Darío Roldan, director del CEDEVI.
5. Especialista Luz Marina Yepes docente líder. lumaye22@hotmail.com
6. Especialista Alba lucía Sánchez, docente investigativa.
7. Ingeniero Ramiro Arias, Asesor de rectoría. rarias@ucn.edu.co
8. Especialista Organizacional Orly Gómez. ogomezs@ucn.edu.co
9. Especialista Jaír Gómez. jagomez@ucn.edu.co
10. Especialista Jorge Silva D. Coordinador de programas de educación. jsilvad@ucn.edu.co
11. Especialista Ricardo Suaza, rasuaza@gmail.com

Para emperzar se presentan los ensayos de los miembros de este equipo.

PERFIL DEL DOCENTE DEL SIGLO XXI: El liderazgo del conocimiento como una vía para asumir los retos propuestos por el nuevo milenio Orly Gómez

El Nuevo Rol del Docente para el siglo XXI, Por: Ricardo Andrés Suaza González. Ingeniero Administrador, Especialista en Finanzas

REPENSEMOS EL ROL DEL DOCENTE PARA ESTE SIGLO, Angela Henao

Aporte al Blog de Carlos Hurtado.

Ensayo Luz Marina Yepes
Aporte Jorge Silva
Mapa Jorge Silva

1 comentarios:

  • A las 11 de septiembre de 2008, 18:21 , Blogger Jair Gomez ha dicho...

    ROL DEL MAESTRO DEL SIGLO XXI
    ENFOQUE DESDE LAS PRÀCTICAS INVESTIGATIVAS

    La educación en pleno siglo XXI ha estado marcada por fuertes transformaciones económicas y sociales en un mundo cada vez más globalizado, lo que ha arrojado como resultado la obligación de formar recurso humano capaz de participar en los nuevos modos de producir, trabajar y competir. Dichas transformaciones, ponen en cuestión los sistemas educativos, llevando a plantear una revisión y valorización creciente de la educación como un elemento relevante en la aceleración de la modernización y en el progreso mismo de las sociedades.

    Lo anterior también genera, y con mayor razón, cuestionar al docente en su quehacer frente a la realidad educativa, debido a que en un mundo de continuas transformaciones e inmerso en una diversidad de problemáticas, es necesario entonces que el mismo docente adopte una visión holística, la cual se refleje a través de la formación integral de los educandos y en cuatro de sus pilares: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser. Dichos pilares tocan lo esencial del rol del educador en estos tiempos y hacerlo efectivo en el aula, en el laboratorio, en espacios virtuales y en todas las relaciones educativas: conocer y comprender el mundo, capacidad para actuar en él y transformarlo, construir un real espacio de convivencia y de realización. No sólo se trata de tener sino sobre todo de ser” .

    … Un enfoque desde la investigación

    En el marco de los procesos de formación de los actuales y futuros docentes considero que la investigación adquiere un papel relevante, toda vez que es en este el espacio de la ciencia donde se posibilita la reflexión sistemática y rigurosa de la práctica docente, desde diversos planos que ella misma genera y que se reconoce como la ¨praxis¨ del que hacer docente.

    La investigación se asume de diversas posturas cuando de conceptualizarla se trata, pero lo que si es común a ella es, la reflexión a posteriori de lo que el ser humano lleva a cabo y que
    Mediante el ejercicio racional, intenta reconstruir, ordenar y reconfigurar a la luz del conocimiento valido que ha logrado crear.

    De esa manera particular de asumir la investigación, presento en este escrito; la postura del docente en nuestro tiempos, reconociendo en ella la posibilidad de reflexión permanente sobre las prácticas de nuestro que-hacer docente, entendiendo este como la revisión continua de nuestras prácticas que nos conduzca en última instancia a transformar la percepción y realidad de la labor de ¨ ¨ formar mas que de enseñar ¨

    ¨ Lo anterior demanda re -contextualizar la investigación en educación con relación a los paradigmas que la sustentan en su ejercicio ¨.

    El conocimiento de la realidad educativa y pedagógica es producto de un proceso de investigación que regido por unos cánones metodológicos concretos permite construir conocimiento y validarlos en el ejercicio cotidiano de la enseñanza, de la cual se hace necesario reflexionar en la investigación como eje paradigmático de la deconstrucción, reconstrucción y validación de la práctica docente (en formación o en ejercicio), no olvidando que su objetivo primordial es la transformación de la práctica pedagógica, involucrando las teorías implícitas que en ellas intervienen e iinviten que el estudiante reflexione su labor investigativa y lo lleve a plantear y valorar (sistematizar) los elementos y factores que desde los diferentes escenarios generados, aportan al accionar consciente de su proceso educativo.

    Dicha práctica pedagógica se centra en dos momentos del proceso de enseñanza aprendizaje que busca la aprehensión de elementos y referentes para un cambio de actitud y de valoración frente a la labor de ser docente
    Estas prácticas han de conducir a la reconfiguración de los procesos y a potenciar iniciativas en el proceso investigativo que cada docente lidere.

    ¿ Pero cuáles serian esas iniciativas … .

    • Investigación en Educación y Pedagogía
    • Derivadas de la falta de reflexión metodológica y orientación paradigmática
    • Desde el contexto sociocultural
    • Relación con el uso de los hallazgos de investigación



    Por ello, la habilidad del docente está en captar la realidad educativa que lo rodea en su totalidad, apoyado de un análisis con criterio educativo y la comprensión con un espíritu objetivo y real, elementos que serán claves para permitirle penetrar en dicha realidad y operar en ella con eficiencia y eficacia. En esa misma lógica, la formación del docente debe responder a las necesidades de conocer, analizar y comprender la realidad educativa en sus múltiples determinaciones: abarcar en los máximos niveles de profundidad posibles las dimensiones de la persona y elaborar “un rol docente que constituya una alternativa de intervención en dicha realidad mediante el diseño, puesta en práctica, evaluación y reelaboración de estrategias adecuadas para el aprendizaje a sujetos específicos en contextos determinados .
    En consecuencia, el docente tiene el compromiso y el desafío de repensar los procesos de formación, desde una perspectiva en donde prime el pensamiento interdisciplinario, lo que exige crear escenarios que potencien la flexibilidad, entendiendo por ésta el fundamento de un pensamiento divergente.
    Un escenario que permite el desarrollo del pensamiento interdisciplinario y divergente es la investigación, que como dispositivo cognitivo permite la reconfiguración entre discursos, prácticas, sujetos, saberes, entre otros. De esta manera, la formación impensada y repensada en una dinámica que potencia el pensamiento interdisciplinario “favorece la consolidación de colectivos docentes como comunidades de sentido que construyen saber en y desde la reflexión de las propias prácticas, desde la investigación en diversos campos, grupos, líneas o redes que no son más que escenarios que buscan hacer fluir la dimensión espacial y temporal que nos identifica como sujetos cognoscentes, como sujetos epistémicos, como sujetos históricos implicados en un tejido social que demanda la producción y el diálogo de saberes como vía para transitar en un mundo llamado hoy sociedad del conocimiento” .

    Ahora sí podemos hablar de MAESTRO.

    Es así como en pleno siglo XXI el sistema educativo solicita un maestro diferente, un maestro que posea cultura y que se distinga como profesional idóneo y debidamente preparado que pueda impactar de manera positiva la sociedad, la escuela, la universidad, el currículo, la planificación de la enseñanza y, sobre todo, la vida de sus estudiantes. En síntesis, la realidad educativa reclama un maestro que posea las capacidades para generar “un nuevo modelo de desarrollo humano a partir de prácticas investigativas, comprometido socialmente con una visión interdisciplinaria, holística, global y local, que considere las identidades, la promoción y defensa de una ética humanista y que forme integralmente y con la capacidad y versatilidad suficiente para enfrentar los requerimientos de cambios y desarrollo; todo ello es parte esencial del rol de los maestros o educadores en el mundo de hoy y para el futuro”


    4. FRANCO, Fredy, El rol del maestro en tiempos nuevos, disponible en: http://www.fnt.org.ni/Noticias%20PDF/noticiaspdf5/El%20rol%20del%20maestro%20en%20tiempos%20nuevos.pdf

    . Acceso: Agosto 30 de 2008.


    Bibliografía de apoyo.

    BRIONES, Guillermo. La Investigación Social y Educativa, Santa Fe de Bogotá. Ed. Guadalupe. 1995.

    GONZÁLEZ MONTEAGUDO, José, En Rev. Cuestiones Pedagógicas, Universidad de Sevilla. N°15.2001 2001

    LOPEZ NOGUERO, Fernando y POZO LLORENTE, Teresa. Investigar en Educación Social. Universidad de Sevilla. España. 2002.

    PEREZ SERRANO, Gloria. Investigación Cualitativa. Retos e Interrogantes. Madrid, ED. La Muralla. 1994

    BARNNET, Ronald. Los Límites De La Competencia. Ed. Gedisa.




    Referente cibergráficos.

    Educación y desarrollo en el umbral del siglo XXI. Martín Hopenhayn y Ernesto Ottone.

    http://www.fce.com.ar/ar/libros/detalleslibro.asp?IDL=62

     

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